Empecé un post en LinkedIn que me quedaba muy largo y lo he continuado aquí.
Primero el post de LinkedIn.
Post en LinkedIn
Si no conoces ni a tu competencia, no sabes qué vendes.¿Por qué compites? ¿A quién co… quieres ganar?
Cuando se pregunta a cualquier empresa por quién es su competencia lo tienen claro.
Creen tenerlo claro.
La empresa X que vende lo mismo que yo, pero los cabrones ponen unos precios que no se puede competir.
O la empresa Y que ha llegado a un acuerdo con el proveedor y eso no puede ser, va a destrozar el mercado.
Bla, bla y bla.
Empresarios que sueñan cada noche en su servicio, que piensan y fantasean con mejorar su servicio y le cuenta lo precioso que es a cualquiera con orejas.
[Me está quedando largo, continúo en este post]
Continúo:
Lo que vendes no es solo tu servicio.
Tu servicio debe ser bueno, es innegociable.
Pero no es lo único.
Cuando un empresario, como buen vendedor, abre los ojos y mira el mercado se da cuenta que su competencia no solo es el que vende el mismo servicio que él.
Está compitiendo por crear una relación con una persona (potencial cliente). Esta persona puede tener entre 1 y 10.000 peticiones de citas a parte de la tuya.
No solo compites con X e Y. Esos que venden lo mismo que tú.
Compites por la atención, el posicionamiento y dinero de la persona.
Tres recursos limitados para todos.
Además, definiendo tu competencia estas demostrando el valor que aportas.
Y te cuento unos ejemplos rápidos de competidores.
- Rolex no compite con otros relojes sino con otras joyas.
- Samsun no solo compite con IPhone sino que trabaja para la manzana mordida.
- Un Lamborghini no compite con Seat, ni si quiera con Mercedes, sino que lo hace con un Yate de lujo (no sé marcas de yates de lujo).
Por llevarlo al mundo de los servicios y con un caso cercano te cuento mi competencia.
El analista de costes es mi competencia porque o estás pensando en ahorrar o en ganar más dinero invirtiendo en Marketing.
Además, si hay ingresos no necesitarás recortar.
También lo puede ser los gurús del Marketing que prometen soluciones que solo mejoran su cuenta de resultados. La tuya no, la suya. Yo no prometo resultados, solo trabajo.
Compito con Hacienda (con la iglesia hemos topao) porque los dos queremos tu dinero. Ellos no te ayudan con tu negocio pero son la ley.
Los competidores «naturales» serían agencias de Marketing, otros freelances de marketing o trabajadores internos.
La lista de competidores es larga, y cuanto más lo sea mejor conoceré mi propuesta de valor.
Para cada competidor mi propuesta tiene una diferencia.
Y mi propuesta no solo es mi servicio. Ni el precio. Ni tampoco la forma de comunicarme.
La propuesta lo es todo, el packaging, el envoltorio y el Ferrero con la avellana dentro.
Las diferencias con todos los competidores debo comunicarlas a mi potencial cliente y que decida.
De momento, no soy gurú ni analista de costes aunque sí Hacienda (Hacienda somos todos) así que te encontraré a tus competidores y comunicaré tu propuesta de valor real.
Para empezar, por aquí.